MANTEN TU FE SIEMPRE PRESENTE

Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. (2° Timoteo 2:15)


Timoteo nunca tuvo otro maestro como Pablo. El mundo nunca tuvo otro maestro como Pablo. Pablo convencido de dos hechos: una vez estuvo perdido, pero luego fue salvo. Pasó toda la vida contándoselo a todas las personas que quisieran escucharlo.
Al final le costó todo. Porque al final, todo lo que tenía era su fe. Pero su fe fue todo lo que necesitó.